Lucha petrolera y temporal
Comodoro Rivadavia, 02 de Abril 2.017
PSTU CHUBUT
Como venimos informando en nuestro periódico, todo
comenzó cuando el plenario de delegados de petroleros privados rechazó el
acuerdo sobre los 1800 despidos (a cambio de un pago de 20 mil pesos por seis
meses) firmado y defendido por Loma Ávila, el principal dirigente del
sindicato. El plenario de delegados no sólo rechazó el acuerdo, sino que impuso
un plan de lucha, que comenzaría con 48 horas de paro (además de la adhesión al
paro general del 6 de abril) si es que se mantenían esos despidos disfrazados
de suspensiones. Los dirigentes tuvieron que informar a las operadoras
petroleras que rechazaban el acuerdo que anteriormente habían firmado. Por su
parte, el ministro Aranguren levantó la reunión que estaba programada para el
30 de marzo entre las operadoras, el Gobierno Nacional y Comodoro Rivadavia.
Pero el 29 de marzo comenzó la lluvia, iniciando el
temporal que dejó en suspenso el plan de lucha contra los despidos y el ajuste.
Desde ese día no hay actividad en los yacimientos. Se intentó mantener una
guardia, pero los trabajadores debían atender la situación de sus familias.
Así comenzó una terrible situación para la sufrida
población de este centro petrolero. EL 80 % ha sufrido las consecuencias del
temporal. Hay 3 mil evacuados.
Como siempre pasa en situaciones parecidas, ahí se
evidenció la desidia y avaricia capitalista que durante 100 años sólo se ha
enriquecido con los recursos naturales y el sudor de los trabajadores y no ha
garantizado lo mínimo y elemental para enfrentar este tipo de fenómenos
naturales. De la misma manera se hizo evidente la inoperancia de las actuales
autoridades (municipal, provincial y nacional) que no responden con medidas
adecuadas al sufrimiento de la problación. La otra cara es la actitud de los
trabajadores y el pueblo más pobre, que han dado muchas muestras de una tremenda
solidaridad.
Desde el PSTU no diferenciamos esta catástrofe de
la otra, la que provocan los despidos. Las dos son producto de la misma
avaricia de las multinacionales, permitida por el gobierno de Macri y todos los
gobiernos anteriores.
Las operadoras petroleras no tienen ningún problema
en despedir a miles de trabajadores, hundiendo a sus familias en la miseria,
para no perder ni un milímetro de sus ganancias. De la misma manera, saquean
nuestros recursos, se llevan todo y no dejan ningún tipo de obras. Y hoy ponen
bajo llave sus maquinarias, que podrían ser usadas para mejorar la situación de
la gente que tiene sus casas bajo el agua. Pero la avaricia no se ve sólo en
las multinacionales petroleras. Mientras que los pequeños comercios de los
barrios más afectados, hacían todo tipo de esfuerzos para mantener abiertas sus
puertas, el Supermercado La Anónima (que pertenece a la familia de Marcos Peña,
el jefe de gabinete) cerró y cuando reabrió, remarcando todos los productos,
aumentando los precios.
El PSTU mantiene abierto su local para recibir y
distribuir la ayuda solidaria, compañeros nuestros están en camiones
atmosféricos ayudando a sacar el agua de las viviendas y estamos llamando a
poner las máquinas de las petroleras al servicio de la población. Y
centralmente, estamos llamando a la acción directa y a la autoorganización, al
tiempo que presentamos un programa de emergencia para enfrentar la crisis.
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