¿Quiénes somos?

El PSTU es un partido integrado por mujeres y hombres comprometidos con las transformaciones por un mundo más justo e igualitario, es decir un mundo SOCIALISTA.
Está compuesto principalmente por militantes que participan en sindicatos, movimientos estudiantiles, sociales y populares. Estamos convencidos de que la única manera de cambiar la realidad es mediante la movilizacion permanente de los trabajadores y los sectores populares a fin de terminar definitivamente con el sistema capitalista. De ahí que su estrategia es revolucionaria y no reformista.
Creemos que el socialismo no sólo es posible sino que es necesario por los principios, valores y fines superiores que enarbola.

Pero si somos revolucionarios ¿por qué queremos participar en las elecciones?

Si bien creemos que sólo la movilización de los trabajadores y la acción directa puede cambiar la realidad, pensamos que las elecciones son y están diseñadas para que nada cambie. No obstante, son una oportunidad para divulgar las ideas de nuestro partido y una herramienta importante para el apoyo de las luchas y la denuncia del sistema capitalista mismo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El Golpe de Estado del ‘76:
Cuando el capitalismo estuvo en peligro

Corría el año 1975, miles de obreros entre los que había peronistas, marxistas y clasistas independientes, protagonizaban grandes huelgas, tomas de fábricas, la recuperación de centenares de comisiones internas y cuerpos de delegados. Incluso en algunas industrias los obreros debatían sobre el control de la producción y se organizaban en coordinadoras interfabriles.
Todo este grado de organización obrera nunca visto en nuestro país fue parte de una acumulación de experiencias políticas y luchas. El Cordobazo, el Rosariazo, las revueltas estudiantiles en Corrientes, y diversas formas de lucha callejera que la clase obrera y los estudiantes, ligados a la izquierda peronista o al marxismo, dieron contra la dictadura de Onganía en 1969, mostraron el quiebre de una parte importante de la clase obrera con las viejas conducciones de la burocracia sindical peronista.

Perón fue el elegido para aniquilar el proceso social que cuestionaba al capitalismo.
La continuidad del capitalismo y las ganancias imperialistas estaban en juego.Por ejemplo, los trabajadores argentinos, producto de sus luchas lograron quedarse con el 50% del PBI (1).Esta era la participación más alta del PBI por parte de los trabajadores en todo el mundo capitalista de la época.
Este gran ascenso de la izquierda en las organizaciones obreras y populares fue lo que hizo que la dictadura de Lanus se negociara la vuelta de Perón, como el único capaz de frenar y liquidar un movimiento obrero cada vez más combativo, clasista y de ideas socialistas.
Perón llega al gobierno a través de un golpe “institucional” contra Cámpora, el presidente peronista que se había elegido en las elecciones de 1973. En un primer momento logra su objetivo de lograr una breve “paz social”. Pero comienza un proceso de resistencia a su plan de austeridad. Para controlar eso Perón expulsa a los montoneros de la plaza en el acto del 1º de mayo de 1974. El proceso de resistencia se agudiza con su muerte y bajo el gobierno de Isabel Perón también.
El imperialismo norteamericano tomó nota de lo que pasaba y junto a las Fuerzas Armadas conformaron grupos parapoliciales integrados por cuadros militares, policiales, sindicales y civiles, entrenados para la tortura, los interrogatorios y la desaparición de personas en lo que se llamó el Plan Cóndor. Este plan no solo formó a los militares argentinos sino también a los de otros países latinoamericanos que también sufrieron golpes de estado. En Argentina se formó la Triple A, Alianza Anticomunista Argentina, conducida por López Rega, ministro de Bienestar Social, y en febrero del ´75, Isabel firmó el decreto de aniquilamiento, dándole poder total al ejército para la represión interna.
En junio del ‘75 llegó el rodrigazo (2), un plan de ajuste salarial con una inflación que superaba el 120%. Las bases obreras desbordaron a la conducción de la CGT del burócrata Lorenzo Miguel y con tomas de fábricas y movilizaciones obligaron a la central obrera a concretar el primer paro general contra un gobierno peronista. El plan de ajuste fue derrotado en las calles.

El Golpe fue contra la clase trabajadora y el pueblo
Ante esta situación, viendo que el gobierno de Isabel Perón ya no servía para contener a las masas en ascenso, el imperialismo decidió, conjuntamente con la mayor parte de la burguesía argentina, incluida la cúpula radical, un sector de la dirigencia peronista y el apoyo de la Iglesia, dar el golpe más sangriento de nuestra historia. El problema ya no eran sólo los focos guerrilleros, sino lo que Ricardo Balbín, el dirigente de la UCR, denominó como “guerrilla fabril”. Es decir un movimiento obrero clasista, que desbordaba el control de la burocracia sindical y con sus luchas y tomas de fábricas cuestionaban directamente la propiedad privada y el control de los medios de producción.
En estos 32 años de democracia burguesa, el PJ, la UCR y los medios de comunicación intentaron borrar de la memoria histórica el grado de organización, conciencia, solidaridad de clase y las ideas socialistas que tuvo la clase trabajadora en los años previos al golpe.

Hoy la clase trabajadora de nuestro país y del mundo estamos en medio de una nueva crisis capitalista, los grandes capitales destruyen fuentes de trabajo, los gobiernos burgueses recortan en educación y salud, otra vez los topes salariales. La soga de la lucha de clases comienza a tensarse nuevamente en diversas partes del mundo.Está en nosotros, los trabajadores, construir nuestras propias organizaciones con independencia de clase, recuperar las comisiones internas en manos de la burocracia peronista. El PSTU en el Frente de Izquierda, te propone construir un partido sin patrones ni políticos burgueses como lo es el PJ, un partido que luche incansablemente por el socialismo en todo el mundo.

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