El PSTU es un partido integrado por mujeres y hombres comprometidos con las transformaciones por un mundo más justo e igualitario, es decir un mundo SOCIALISTA.
Está compuesto principalmente por militantes que participan en sindicatos, movimientos estudiantiles, sociales y populares. Estamos convencidos de que la única manera de cambiar la realidad es mediante la movilizacion permanente de los trabajadores y los sectores populares a fin de terminar definitivamente con el sistema capitalista. De ahí que su estrategia es revolucionaria y no reformista.
Creemos que el socialismo no sólo es posible sino que es necesario por los principios, valores y fines superiores que enarbola.
Pero si somos revolucionarios ¿por qué queremos participar en las elecciones?
Si bien creemos que sólo la movilización de los trabajadores y la acción directa puede cambiar la realidad, pensamos que las elecciones son y están diseñadas para que nada cambie. No obstante, son una oportunidad para divulgar las ideas de nuestro partido y una herramienta importante para el apoyo de las luchas y la denuncia del sistema capitalista mismo.
Se cumplen 17 años de la histórica lucha del pueblo Argentino en el 2001, donde sacamos a De la Rúa de la presidencia, enfrentando la represión del Estado, que se cobró 39 vidas.
La miseria, el hambre y la desocupación nos empujaron a la calle peleando con lo que teníamos a mano, y sacamos a 5 presidentes en 11 días gritando “que se vayan todos y no quede ni uno solo”.
Ese canto volvió a sonar el año pasado, durante las jornadas de lucha del 14 y el 18 de Diciembre, cuando enfrentamos la reforma previsional.
Los trabajadores y el pueblo aprendieron de eso y saben muy bien que hacer frente al hambre y la miseria, pero las principales conducciones políticas y sindicales no quieren pelear, no quieren un 2001, no quieren que se vayan todos, porque eso significa que ellos también se tienen que ir. Por eso nos dicen que esperemos hasta las elecciones del año que viene para votar un nuevo gobierno, mientras sostienen a Macri.
Tenemos que exigirle a la CGT y CTA que llamen a un Paro Nacional y Plan de Lucha. Y en lugar de esperar a las próximas elecciones que convoquen una Asamblea Nacional de Trabajadores, conformada por delegados elegidos en asambleas en los lugares de trabajo, para que allí seamos los trabajadores quienes decidan qué hacer con el país, y no los empresarios como Macri, o Cristina, que gobiernan y gobernaron a favor de las multinacionales y los buitres del sistema financiero.
Solamente los trabajadores pueden gobernar para los trabajadores, por eso no podemos tener ninguna confianza en los patrones y sus partidos, y tenemos que seguir en las calles peleando contra el ajuste, la represión y la miseria del Gobierno de Macri.
Necesitamos de un nuevo Argentinazo que pase por encima a los dirigentes traidores, saque a Macri como sacamos a De la Rúa y avance en la construcción de un gobierno de los trabajadores y el pueblo, sin patrones, que ponga las fábricas en manos de los obreros que las hacen funcionar, los campos en las manos de quienes trabajan la tierra, y todo el producto del trabajo para terminar con el hambre y la miseria. Para que haya educación y salud pública de calidad y no se mueran mujeres por abortos clandestinos, ni nenes por hambre, o jubilados que no tienen ni para comprar los remedios. Para que estén libres los presos por luchar como nuestro compañero Daniel Ruiz, dejen de perseguir a Sebastián Romero y a todos los luchadores, y las armas dejen de disparar a nuestros hijos en los barrios y apunten a los empresarios ladrones, a los buitres del sistema financiero y sus representantes políticos y sindicales.
Podemos ganar, sigamos en las calles, el futuro es nuestro.
jueves, 20 de diciembre de 2018
A un año de las jornadas del 14 y 18 de diciembre en Argentina
El 6 de diciembre finalizó el juicio por el secuestro y asesinato de nuestra compañera del PST Ana María Martínez con una condena histórica: el encuadramiento de la causa como crimen de lesa humanidad y la pena de cadena perpetua para los dos militares acusados, Norberto Apa y Pascual Muñoz. A casi 37 años de su crimen empezamos a lograr justicia para nuestra querida Ana María.
Por Marga Bordón
A lo largo de casi tres meses el tribunal escuchó los testimonios de más de una docena de testigos, que permitieron reconstruir la situación de persecución que sufría el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) bajo la dictadura genocida. Y en ese contexto apareció nítida la operación, primero de infiltración, de detección de Ana María como un cuadro dirigente de la zona y luego la planificación y ejecución de su secuestro y asesinato. Este aspecto era fundamental, ya que la causa había sido cerrada cínicamente por la justicia, en ese entonces, como “crimen pasional” y en esto pretendía apoyarse la defensa de los genocidas. Otra cuestión fundamental para el fallo fue la acreditación de la responsabilidad central del Ejército en la operación, y por lo tanto de los dos acusados, por la jerarquía que ocupaban en el organigrama represivo de la zona. Cabe resaltar que Apa nunca había sido juzgado hasta ahora, y junto con negar cobardemente su responsabilidad, él mismo adujo como defensa en sus palabras finales al tribunal, que fue además ascendido a general por el gobierno de Alfonsín.
Un triunfo de la Comisión Ana María Martínez
El fallo es una victoria de todo el movimiento de Derechos Humanos y fortalece la lucha contra la impunidad y por el juicio y castigo a todos los genocidas. Pero es un triunfo en especial de la Comisión de familiares, amigxs y ex compañerxs de Ana María Martínez que conformamos hace 6 años y que tengo el orgullo de integrar. Este logro hubiera sido imposible sin el trabajo tenaz y paciente de la Comisión, que encabeza la infatigable Carmen Metróvich, cuñada de Ana María. Fue la Comisión, actuando en los hechos como una verdadera “comisión investigadora independiente”, la que hizo la tarea que la Justicia no hacía. La que consiguió los testigos contactando a viejos y viejas militantes del PST y a vecinas de Ana María. La que logró sumar valiosa documentación con el apoyo de la CPM (Comisión Provincial por la Memoria), cuyos abogados brindaron aportes fundamentales. Y la que apeló permanentemente a la movilización con actos, marchas y actividades de difusión para llegar a este juicio y empujar los engranajes burocráticos de esta justicia patronal en la que no podemos depositar ninguna confianza. Y todo esto lo pudimos hacer actuando en forma unitaria pero sin renunciar a nuestras distintas pertenencias políticas, ya que en la Comisión participamos compañeras y compañeros de distintas organizaciones de izquierda (PSTU, OS, IS, PTS, MST) como también kirchneristas e independientes.
Merece un reconocimiento especial la labor de los abogados de la querella: los de las Secretarías de Derechos Humanos de Nación y Provincia, Ernesto Lombardo y, especialmente, Pablo Llonto, por el compromiso personal con la causa. Al punto que, él también ex militante del PST, rompió en llanto al final de su alegato al reivindicar la militancia de Ana María.
Quedan planteadas nuevas batallas para terminar de hacer justicia. Por un lado, que los genocidas cumplan su condena en una cárcel común. Por otro, continuar con un nuevo juicio a los ejecutores materiales que según los archivos de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) aportados por la CPM serían ex integrantes de aquella. Entre los represores mencionados aparece el actual Fiscal General de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello.
Con la fuerza que nos da este enorme triunfo, hay que seguir la lucha hasta llevar a la cárcel hasta el último de los asesinos de Ana María. Como cantábamos con lágrimas en los ojos en el juzgado “Como a los nazis, les va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar”. ¡Ana María Presente! ¡Ahora y siempre!!
EL “GLORIOSO PST”
A lo largo del juicio, los testimonios de las/los compañeras/os de militancia de Ana María en aquellos duros tiempos de clandestinidad, iban reconstruyendo con colores vívidos parte de la historia de la corriente morenista. Historia hecha de vidas que se entregaban con generosidad a la construcción de un partido revolucionario en la clase obrera, a sabiendas que se arriesgaban a la persecución, la tortura y la muerte. La propia Ana María, joven cuadro obrero revolucionario, sintetiza en su corta vida la de muchos y muchas militantes del PST bajo la dictadura.
El juicio logró reunir en la reivindicación de justicia por Ana María a una gran cantidad de ex camaradas del PST. Algunos participando como testigos, otros como público, unos militando en distintas organizaciones de la izquierda trotskista, otros en organizaciones de DD HH e incluso en el kirchnerismo o alejados de toda militancia política. Sin embargo la reivindicación de la tradición revolucionaria encarnada en el PST se nos impuso a todos como una corriente poderosa, fraternal y emotiva al final del juicio. Por eso el grito de “Y ya lo ve, y ya lo ve, es el glorioso PST” brotó espontáneo de todas las gargantas, junto con los vivas a Ana María, al PST y la Internacional, cantada inéditamente dos veces en un juzgado. Para quienes militamos hoy en el PSTU y la LIT-CI, esa tradición obrera y la moral revolucionaria del PST, son la referencia y el ejemplo en los que queremos educar a las nuevas generaciones que se incorporan a la militancia revolucionaria.
jueves, 6 de diciembre de 2018
Cadena Perpetua para asesinos de la camarada Ana Maria Martinez
06.12.2018
A casi 37 años de la desaparicion de Ana María Martínez, gracias a la inclaudicable lucha de sus compañeros de militancia, de la Comision de familiares, amigos y ex compañeros de Ana María Martínez ,de los organismos de DDHH y de muchos más, hoy 06/12/2.018 se dicto CADENA PERPETUA a algunos de sus asesinos: Raúl Guillermo Pascual Muñóz y Jorge Norberto Apa pertencientes a los servicios de inteligencia de la policía de la Provincia de Buenos Aires.
Por PSTU-Argentina
Seguiremos la lucha por el encarcelamiento del actual fiscal general de Mar del Plata Fabian Fernandez Garello, otro de los oficiales de inteligencia participantes del operativo del secuestro de Ana MarÍa.
Ana María era militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y fue secuestrada el 4 de febrero de 1982 en Villa de Mayo, barrio donde vivía. Su cuerpo acribillado a balazos fue encontrado 8 días después, por vecinos de Punta Querandí, Escobar. Tenía 31 años y estaba embarazada de 3 meses. Era obrera de la metalúrgica DEA, de Villa Adelina y había llegado unos años antes de Mar del Plata, su ciudad natal donde comenzó su militancia, escapando de la represión. Su crimen, que el gobierno militar no logró ocultar, tuvo gran repercusión mediática en ese momento.
Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida de Alfonsín y el Indulto de Menem, garantizaron durante décadas la impunidad para los responsables del asesinato de Ana María y de decenas de miles de crímenes de lesa humanidad. Pero la incansable y persistente movilización por el castigo a los genocidas, logró finalmente luego del “Argentinazo” del 2001, hacer derogar y anular las leyes y decretos de impunidad.
Desde el PSTU seguiremos como siempre en primera fila en esta lucha fundamental. Pero también creemos que el mejor homenaje a Ana María y nuestros más de 100 compañeros del PST asesinados por la dictadura y las Tres A, es seguir su lucha por la Argentina y el mundo socialista por el que dieron su vida.
!CÁRCEL COMÚN PARA SUS ASESINOS!
¡NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS ¡
Compañera Ana María Martinez: ¡Presente! ¡Ahora y siempre!