VIDA DEL
PARTIDO / III CONGRESO DEL PSTU
ESTE ES NUESTRO PARTIDO ¡VENÍ A
CONSTRUIRLO CON NOSOTROS!
Por PSTU 29 DE MAYO DE 2.017
Terminado el
congreso, todos volvemos a nuestra militancia cotidiana, a nuestros lugares de
trabajo y estudio a llevar adelante como un solo puño las orientaciones y el
proyecto que votó el congreso.
Salimos
convencidos de que podemos ganar, de que otro mundo es posible, de que los
trabajadores podemos tomar las riendas de la sociedad. Y estamos seguros de que
eso no se va a dar votando a tal o cual candidato, sino con los trabajadores
unidos y en las calles. Ese es nuestro partido, ese es el PSTU. Es la LIT-CI,
que se construye al servicio de esta tarea en todo lugar en el mundo donde los laburantes
se planten contra los planes de ajuste de sus gobiernos, para decirles que otra
salida es posible.
Pero tenemos
claro que es una tarea que nos queda muy grande. Nos faltan muchas manos. Te
necesitamos, vení, danos la oportunidad de que nos conozcas y pelees codo a
codo junto a nosotros. Nos equivocamos mucho y nos vamos a seguir equivocando,
somos un partido formado por seres humanos. Pero es a partir de esos errores
que podemos avanzar y volvernos más fuertes. Si vos nos ayudas.
Sumate a encarar
esta gran tarea con nosotros. Como decía Nahuel Moreno, importante dirigente de
nuestra corriente “Yo no creo que sea inevitable el triunfo del socialismo.
Creo que el resultado depende de la lucha de clases, en la cual estamos
inmersos. Y que, entonces, lo indispensable es luchar, luchar con rabia para
triunfar. Porque podemos triunfar. No hay ningún Dios que haya fijado que no
podamos hacerlo”.
VIDA DEL
PARTIDO / III CONGRESO DEL PSTU
LA CLASE OBRERA: LA PIEDRA
FUNDAMENTAL
Nosotros, el PSTU, somos marxistas. Es decir,
entendemos que la sociedad se divide en clases, dos de las cuales tienen
especial importancia. Una son los obreros, que producen en las industrias todo
lo que usamos diariamente, desde la ropa y la comida hasta las computadoras,
celulares, televisores. La otra son los que se adueñan de esa producción y la
usan para enriquecerse, los patrones, apoyados por todos los gobiernos.
Queremos dar vuelta esa tortilla. Que los obreros sean los que gobiernen, y
puedan producir en función, ya no de la ganancia, sino del bienestar de la
humanidad.
Dicho esto, es muy importante destacar el papel que
cumplieron los congresales obreros en cada discusión que se dio, encaminando
los debates, compartiendo experiencias de las luchas más importantes en las que
el PSTU participó. Y es que, si queremos que los obreros sean la cabeza de la
sociedad, debemos empezar porque sean la cabeza de nuestro partido. Este es el
objetivo que nos estamos planteando en nuestra organización y este congreso fue
muestra de eso.
La necesidad de tener nuestro centro en la clase
obrera fue reafirmada, también (como en el debate político) respecto a los
derechos de la mujer. Las mujeres obreras son quienes más físicamente sufren el
machismo, porque además de ser explotadas en la fábrica, al llegar a los
hogares les cae encima el peso de todas las tareas domésticas. Es por esto que
solo teniéndolas a la cabeza de cada lucha es que podremos enfrentar
consecuentemente la ideología machista que pesa sobre todos los trabajadores.
VIDA DEL
PARTIDO / III CONGRESO DEL PSTU
Un importante paso adelante
Los días 26, 27
y 28 de mayo sesionó el III Congreso del PSTU. Esta es la instancia máxima de
elaboración y deliberación que tiene nuestra organización. Durante 3 días se
dieron intensos debates sobre la situación internacional y nacional, sobre el
proyecto de nuestro partido para este nuevo periodo, y muchos más, entre
delegados provenientes de todas las regionales donde el PSTU existe y actúa
apoyando y siendo participe de las luchas de los trabajadores y el pueblo, como
fue recientemente en la pelea de los compañeros de General Motors y de los
petroleros de SP en la Patagonia.
En los meses
previos al congreso, comenzaron estos debates en el conjunto del partido, que
fueron la antesala y sentaron las bases sobre las cuales sesionó el Congreso.
Esto es porque consideramos la elaboración colectiva, la discusión política, el
debate franco como fundamentales a la hora de definir la mejor política para ir
a cada lugar de trabajo, de estudio, a cada barrio a plantear una salida de los
trabajadores y el pueblo. Pegando como un solo puño contra las alternativas
patronales.
Así, durante los
meses de precongreso, y fundamentalmente en el Congreso mismo, los compañeros
obreros que llegaron de las distintas regionales cumplieron un papel
fundamental para precisar las oportunidades de intervención abiertas luego de
las jornadas de marzo y el paro general del 6 de abril, la política y el
programa del partido para el próximo periodo, y para poner proa en un proyecto
de construcción del partido en el seno de las luchas obreras y en la
perspectiva de que los obreros sean la mayoría entre los militantes y la
dirección del partido.
NACIONAL
VIDA DEL PARTIDO / III CONGRESO DEL PSTU
MACRI VS TRABAJADORES: UN NUEVO ROUND
Uno de los de los puntos más importantes que tocó
el congreso fue sobre lo que está pasando hoy en nuestro país. Ya pasó un año y
medio desde que asumió Macri, y tuvimos duras peleas contra los despidos, los
tarifazos, la inflación …
Pero en toda esta seguidilla de peleas hubo un
cambio, y ese cambio vino en marzo. Comenzando con las movilizaciones del
llamado “6,7,8”, tuvimos 31 días con 6 movilizaciones masivas contra el
gobierno, junto a luchas importantes como la de los petroleros de Chubut, la de
los suspendidos de General Motors en Rosario o la toma de AGR. Mención especial
merece la movilización de la CGT del 7 de marzo, en la que corrimos a los
dirigentes vendidos a botellazos porque no le querían poner fecha al paro. Y
los obligamos a convocarlo, así el 6 de abril tuvimos el primer Paro Nacional
contra este gobierno, impuesto desde las bases en contra de la voluntad de los
dirigentes.
Para nosotros, esto marca el comienzo de un nuevo
momento en el enfrentamiento a Macri, en el que los trabajadores tomamos la ofensiva.
Si abril pasó con más calma, fue porque las direcciones sindicales (en especial
la CGT) se jugaron a “calmar las aguas” para no prender fuego al oficialismo en
un año electoral. El kirchnerismo también hace lo suyo, apelando a que la
salida va a ser votarlos en las elecciones para que vuelvan ellos, mientras le
votan las leyes al gobierno en el Senado. Pero más allá de que vamos a
elecciones en los próximos meses, la perspectiva general es a una agudización
de las luchas entre los trabajadores y el gobierno y las patronales y plantea
más que nunca la necesidad de explicar y explicar que la única salida para los
trabajadores y el pueblo pasa por tirar abajo el plan de ajuste y derrotar a
Macri, ahora y en las calles, y no esperar que se vaya recién en el 2019 cuando
haya nuevas elecciones.
El mejor ejemplo de que las cosas están lejos de
calmarse fue cuando la bronca saltó con el 2×1 a los genocidas. Ni la maniobra
del macrismo de presentar una ley (que fue votada por todos, incluso por la
izquierda) para reglamentar el 2×1, sin anular los fallos de la corte, pudo
cumplir el objetivo de ponerle freno a la movilización. Ahora se siente cada
vez más como los trabajadores quieren salir a frenarle la mano al ajuste y los
dirigentes traidores no saben que más hacer para contenerlos.
Es importante también el peso que están teniendo
las movilizaciones por los derechos de las mujeres que cobraron mucha fuerza
desde aquel junio de 2015. No es casualidad que el primer síntoma de desborde
contra las direcciones sindicales fue el 19 de octubre del año pasado, cuando
las mujeres trabajadoras en todo el país pararon contra la violencia machista,
indignadas por el femicidio de Lucía. Tanta fuerza cobró el reclamo que se hizo
el paro o se discutió el problema incluso en fábricas donde no trabajan
mujeres. Esto demuestra que, a diferencia de lo que plantean las corrientes
feministas y la gran mayoría de la izquierda, terminar con la violencia contra
la mujer, con el acoso, con el machismo, es una tarea que tienen que llevar
adelante los trabajadores de conjunto, con las trabajadoras a la cabeza y no un
“movimiento de mujeres” de todas las clases.